Ir al contenido principal

102

abro el cajón y saco una remera
tu aroma me asalta
y me toma desprevenida
como si el solo hecho de que
una prenda lleve tu perfume
sea tan criminal como un asalto

y no voy a decir que no.
si te extraño tanto que todavía
tengo esa foto que tanto odiabas
en mi billetera
y si, aún después de todo este tiempo,
todavía me acuerdo de todas la noches
en las que compartimos la almohada
y yo fingía quedarme dormida primero
para observarte sin culpa, sin miedo

y sé que todo es diferente ahora,
pero nunca me quisiste como yo
te quise
y está bien, yo te escuché hablar
de ella hasta el cansancio
si con que atendieras mis llamadas
a la 1.02 de la mañana
y escuchara tu voz,
todo estaba bien.

Escrito el martes 21 de marzo, 2017

Comentarios

Entradas populares de este blog

fotos (o una taza de café)

Tengo una foto tuya guardada en mi lata de recortes y cosas que despegué de la pared, pero no quiero tirar. Es una foto hermosa, de las más lindas que saqué. Estás posando con cara de incomodidad; la misma expresión que ponías cada vez que te sacaba una foto. Y es que yo sé que no te gustaba, pero había algo en mi forma de hablarte que hacía que, al final, después de revolear los ojos, te quedaras quieta y me dejaras inmortalizarte con un click. Así como esta tengo varias capturas de otros momentos. Una de ellas es la foto esa que te saqué en el plaza yendo a ver a Clari, con mi vestido de calaveras y mi sombrero puesto; esa siempre me gustó mucho porque tenías el pelo de un azul eléctrico súper brillante y te estabas riendo con una mano en la cara por un chiste que te acababa de hacer. Me enorgullecía bastante de haber sido capaz de arrancarte una carcajada en el momento justo; y esa parecía ser mi especialidad porque la mayor parte de nuestras fotos son así: yo haciendo una payasa...

hogar

en días como este entiendo por qué la gente se va de esta ciudad de mierda. entiendo la soledad y el sentimiento de abandono. como si no importara cuántos años pasen la plata nunca te hiciera sentir bienvenidx. me parece hasta berreta lo linda que es en ese intento inútil de impregnarse en tu memoria. como si se diera cuenta de que ninguna estación le sienta del todo mal. en la configuración de mi mente, la plata consiste en un hogar transitorio para todx aquellx que la pise. soy platense de nacimiento y esta ciudad de calles numeradas y grandes arboledas dejó de pertenecerme hace un tiempo. ese el es el problema de escoger a las personas como hogar en lugar del espacio físico en el que naciste: si dejan de existir en tu vida comenzas a vagar por el mundo sin tener realmente a dónde pertenecer.

tarde

cuando todo oscurece es el momento justo para atrapar los recuerdos que quieren escurrirse de nuestras manos las aguas de nuestra memoria con su corriente tempestuosa comienzan a funcionar con el ritmo de la noche, el movimiento se apacigua y un tono dorado tiñe los momentos que ya no están el atardecer trae consigo una forma distinta de evocar las cosas; en la inmensidad de ese fuego que abrasa el cielo nuestra mente abre una ruta en la que los recuerdos tristes dejan una estela de colores brillantes la última vez que se abrazaron aparece frente a tus ojos cubierta por un velo color pastel y el dolor se anestesia con la perfección del presente los meses se evaporan y, de repente, acá estás para mirarme a los ojos otra vez y me cuesta no creer que sea real pero, así como así, la oscuridad total hace acto de presencia y, de un portazo, la distancia temporo-espacial nos separa otra vez las e...