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abro el cajón y saco una remera
tu aroma me asalta
y me toma desprevenida
como si el solo hecho de que
una prenda lleve tu perfume
sea tan criminal como un asalto

y no voy a decir que no.
si te extraño tanto que todavía
tengo esa foto que tanto odiabas
en mi billetera
y si, aún después de todo este tiempo,
todavía me acuerdo de todas la noches
en las que compartimos la almohada
y yo fingía quedarme dormida primero
para observarte sin culpa, sin miedo

y sé que todo es diferente ahora,
pero nunca me quisiste como yo
te quise
y está bien, yo te escuché hablar
de ella hasta el cansancio
si con que atendieras mis llamadas
a la 1.02 de la mañana
y escuchara tu voz,
todo estaba bien.

Escrito el martes 21 de marzo, 2017

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