abro el cajón y saco una remera tu aroma me asalta y me toma desprevenida como si el solo hecho de que una prenda lleve tu perfume sea tan criminal como un asalto y no voy a decir que no. si te extraño tanto que todavía tengo esa foto que tanto odiabas en mi billetera y si, aún después de todo este tiempo, todavía me acuerdo de todas la noches en las que compartimos la almohada y yo fingía quedarme dormida primero para observarte sin culpa, sin miedo y sé que todo es diferente ahora, pero nunca me quisiste como yo te quise y está bien, yo te escuché hablar de ella hasta el cansancio si con que atendieras mis llamadas a la 1.02 de la mañana y escuchara tu voz, todo estaba bien. Escrito el martes 21 de marzo, 2017